EL TÍO ANTOINE

Y ya que estamos hablando de mi tío Antoine, quiero hacerle un homenaje en agradecimiento por sus múltiples invitaciones a comer, a cenar y a viajar por Michoacán. Antoine es un gran soldado. Aquí lo vemos portando su casco y mostrando su musculatura. Nótese que el parecido con el guerrero Aquiles es verdaderamente impresionante.

SOMBRERITO

Desde que conocí a mi tío Iván no había podido apartar de mi mente la idea de adquirir un sombrero de “Mexican cowboy”, osea, de ranchero. Finalmente mi tío Antoine hizo mi sueño realidad al regalarme este bonito ejemplar. “Allá en el rancho grande, allá donde vivía. Había una rancherita que alegre me decía....”

- Diego, ¿por qué no hablas? ¿Te comieron la lengua los ratones?
- No, mamá ¡Yo me comí a los ratones!

PARECIDOS RAZONABLES

Cuando se habla del parecido con mis padres hay opiniones divididas. Hay quien dice que me parezco a mi madre y hay quien dice que a mi padre. Ustedes que opinan?

EL ABUELO

Y aquí estamos papá y yo con mi abuelo Carlos.

MI ABUELA

Les presento a mi abuela Tere, quien está loca por mí.

BAÑO MEXICANO

Nada más llegar a México me convertí en el rey de la casa de mis abuelos. Al día siguiente de nuestro arribo se echaron todos, aún “empijamados”, encima de mí para darme mi primer baño mexicano en la bañerita que amablemente me regalaron mis tíos. Me metieron en el agua, me secaron, me peinaron, me perfumaron y me vistieron. Como pueden ver, señores, me dejaron hecho un pincel!

EL VIAJE

El verano en México fue muy divertido pues conocí a la otra mitad de mi familia y a muchos amigos de mi padre. El viaje de ida transcurrió sin mayores acontecimientos. Contra todo pronóstico, nunca me dolieron los oídos con los aterrizajes y dormí prácticamente todo el tiempo. A continuación muestro algunos documentos gráficos que ilustran diferentes pasajes de la travesía. Mis padres estaban tan cansados que les pedí que no se preocuparan de nada ya que yo me encargaría de todo. Aquí estoy esperando para recoger nuestras maletas

Una vez en al avión me colé en la cabina de pilotos y, justo cuando estaba a punto de echar a andar la aeronave, me atraparon y me mandaron a mi asiento.

Ya en mi asiento me relajé y me dispuse a pedir una bebida. “Señorita, por favor, una ‘teta colada’ con doble ración de leche y agitada pero no revuelta.”

Vaya, vaya. Justo cuando ya estaba dormitando me dijeron que el asiento tampoco era para mí. Al final terminé en una cuna, lo cual no estuvo tan mal porque dormí plácidamente durante todo el viaje.

DIEGO ESTÁ DE REGRESO

Después de un tiempo dedicado a la reflexión sobre temas tan importantes como el sobrecalentamiento de la tierra y los posibles orígenes de la alopecia (ya que la estoy sufriendo en carne propia pues parece que cada vez tengo menos pelo...), ¡estoy de regreso! Mi padre estaba muy ocupado y no me había permitido usar su equipo informático para actualizar este blog. Sin embargo, me he escapado de mi cuna (son las 3:00 am y mis padres están durmiendo...) para colgar algunas notas y tener bien informados a todos los amables lectores de este blog. ¡Aquí vamos!