Desde que conocí a mi tío Iván no había podido apartar de mi mente la idea de adquirir un sombrero de “Mexican cowboy”, osea, de ranchero. Finalmente mi tío Antoine hizo mi sueño realidad al regalarme este bonito ejemplar. “Allá en el rancho grande, allá donde vivía. Había una rancherita que alegre me decía....”
lunes, 28 de septiembre de 2009
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