EL VIAJE

El verano en México fue muy divertido pues conocí a la otra mitad de mi familia y a muchos amigos de mi padre. El viaje de ida transcurrió sin mayores acontecimientos. Contra todo pronóstico, nunca me dolieron los oídos con los aterrizajes y dormí prácticamente todo el tiempo. A continuación muestro algunos documentos gráficos que ilustran diferentes pasajes de la travesía. Mis padres estaban tan cansados que les pedí que no se preocuparan de nada ya que yo me encargaría de todo. Aquí estoy esperando para recoger nuestras maletas

Una vez en al avión me colé en la cabina de pilotos y, justo cuando estaba a punto de echar a andar la aeronave, me atraparon y me mandaron a mi asiento.

Ya en mi asiento me relajé y me dispuse a pedir una bebida. “Señorita, por favor, una ‘teta colada’ con doble ración de leche y agitada pero no revuelta.”

Vaya, vaya. Justo cuando ya estaba dormitando me dijeron que el asiento tampoco era para mí. Al final terminé en una cuna, lo cual no estuvo tan mal porque dormí plácidamente durante todo el viaje.